sábado, 1 de marzo de 2014

JOSÉ ZORRILLA

Vallisoletano, era hijo de José Zorrilla, un hombre conservador y absolutista, seguidor del «pretendiente» Don Carlos V de España; que era relator de la Real Chancillería. Su madre, Nicomedes Moral, era una mujer muy piadosa. Tras varios años en Valladolid, la familia pasó por Burgos y Sevilla para al fin establecerse cuando el niño tenía nueve años en Madrid, donde el padre trabajó con gran celo como superintendente de policía y el hijo ingresó en el Seminario de Nobles, regentado por los jesuitas; allí participó en representaciones teatrales escolares.
Muerto Fernando VII, el furibundo absolutista que era el padre, fue desterrado a Lerma (Burgos) y el hijo fue enviado a estudiar derecho a la Real Universidad de Toledo bajo la vigilancia de un pariente canónigo en cuya casa se hospedó; sin embargo el hijo se distraía en otras ocupaciones y los libros de derecho se le caían de las manos y el canónigo lo devolvió a Valladolid para que siguiera estudiando allí (18331836). Al llegar el díscolo hijo fue amonestado por el padre, que marchó después al pueblo de su naturaleza, Torquemada, y por Manuel Joaquín Tarancón y Morón, rector de la Universidad y futuro Obispo de Córdoba.


Dejadme que embebido y estático respire
las auras de este ameno y espléndido pensil.
Dejadme que perdido bajo su sombra gire;


dejadme entre los brazos del Dauro y del Genil.
Dejadme en esta alfombra mullida de verdura,
cercado de este ambiente de aromas y fresura,
al borde de estas fuentes de tazas de marfil.
Dejadme en este alcázar labrado con encajes,
debajo de este cielo de límpidos celajes,
encima de estas torres ganadas a Boabdil.
 

Dejadme de Granada  en medio del paraíso
do el alma siento henchida de poesía ya:
dejadme hasta que llegue mi término preciso
y un canto digno de ella la entonaré quizá.
Si, quiero en esta tierra mi lápida mortuoria;
¡Granada!... tú el santuario de la española gloria:
tu sierra es blanca tienda que el pabellón te da,
tus muros son el cerco de un gran jarrón de flores,
tu vega un chal morisco bordado de colores,
tus torres son palmeras en que prendido está.

¡Salve, oh ciudad en donde el alba nace
y donde el sol poniente se reclina:
donde la niebla en perlas se deshace
y las perlas en plata cristalina:
donde la gloria entre laureles yace
y cuya inmensa antorcha te ilumina;
santuario del honor, de la fe escudo,
sacrosanta ciudad, yo te saludo! 



//

 EL TROVADOR

EL TROVADOR.
  I

De un elevado castillo
que Arlanza orgulloso baña,
un trovador elegante
en la puente se paraba.
En el rastrillo golpea
con el pomo de una daga,
y en los góticos salones
ronco el eco se propaga.
Un joven doncel, del fuerte
presentóse en la muralla,
y con semblante halagüeño
dijo en alta voz: "¿Quién llama?"
El Trovador que le ha oido
dirigióle aquesta fabla:
-"Si llegado es en buenhora,
un pacífico infanzón
que envía a vuestra señora
don Rodrigo de Aragón".-
Se alzó a este tiempo el rastrillo,
y en el patio tuvo entrada;
un paje tomó el corcel
por las riendas plateädas,
y el gallardo trovador
por los salones se entraba. 

//

A LA ESTUDIANTINA BURGALESA
 

Oigo al pie de mi balcón
vuestra gentil serenata.
¡Cuánto es a mi oído grata!
¡Cuán grata a mi corazón!

Pusieron hondos pesares
entre Castilla y yo el mar,
y a Castilla al regresar
me recibís con cantares.

¡Dios os dé tanto placer
como con ellos me dais!
Si un día en España dejáis,
como a mi os haga volver.
 

Temí que mi corazón
se hubiera insensible hecho,
pero palpita en mi pecho
de vuestra música al son.

Y pues le hace ella latir
después de tanto pesar,
tal serenata a pagar
debe el corazón salir.

¡Gracias, pueblo burgalés!
En cambio de la canción
que envías a mi balcón,
los versos echo a tus pies.

No extrañes si en el hogar
do entre lágrimas me hospedo,
tu serenata no puedo
con gayos versos pagar.
 

Págote con éstos, pues;
mas nunca olvides que son,
tan pobres como los ves,
hechos con el corazón.


 


SOLILOQUIO
 
Y al galope de un caballo
que cogió y montó al azar,
bufando este soliloquio
el Cid de Burgos se va.
-"¡ Tu soberbia me destierra
" por haberte hecho jurar!
" ¿ Crees que fuera de tu tierra
" no hay ya tierra en que pisar?
" ¿ Crees que el mundo se me cierra
"ni que a mí me has de encerrar ?
" ¿ A mi, que he ido en buena guerra
" para ti tierra a ganar?
"¡ Dios de Dios! ¡La ira me abrasa!
"¿Tierra a mí me ha de faltar...
 y hasta al pájaro que pasa
da Dios tierra en que posar,
" y hasta el pez que el agua rasa
" da Dios aire que aspirar?
"¡ Hijosdalgos de mi casa!
" ¡ a caballo y a campear!
¡ "A caballo ! Aun hay de moros
"hartas tierras que ganar,
"con ciudades y tesoros
"que podamos conquistar.
" ¡A caballo ! Aun queda tierra
"en que pueden galopar,
"sobre buen botín de guerra"
"los caballos de Vivar.
 
"Infanzones de la villa
" donde finca mi solar,
" a Babieca echad la silla,
" de él nos viene el Rey a echar:
" mas sin miedo y sin mancilla
" mi perdón podéis sacar.
" ¡Fuera, fuera de Castilla.
" por el Rey los de Vivar!
" Rey ingrato. ¡Dios te guarde!
" Yo te doy mi fé a mostrar;
" y a mi fe, que cual sol arde,
" sólo Dios puede apagar.
" ¡Quiera Dios que tú más tarde
" de ver no eches, con pesar,
" que eres ruin y eres cobarde
" con Ruy Díaz de Vivar!
" ¡Dios te guarde de mancilla!
"Yo te voy, Rey, a probar
" que no tienes en Castilla
"campeador conmigo par.
" Infanzones en la villa
" de que borra el Rey mi hogar:
"¡ fuera, fuera de Castilla
"por el rey los de Vivar! ".
Y el caballo ya jadeando
y él roja de ira la faz,
dió el Cid en Vivar, ya noche,
con asombro de Vivar. 

EN EL ALBUM DE MI HIJA

Por cima de la montaña
que nos sirve de frontera,
te envía un alma sincera
un beso y una canción;
tómalos; que desde España
han de ir a dar, vida mía,
en tu alma mi poesía,
mi beso en tu corazón.

Tu padre, tras la montaña
que para ambos no es frontera,
lleva la amistad sincera
del autor de esta canción.
Recibe, pues, desde España
beso y cantar, vida mía,
en tu alma la poesía
y el beso en el corazón.
Si un día de esa montaña
paso o pasas la frontera,
verás en el alma sincera
de quien te hace esta canción,
que la hidalguía de España
es quien sabe, vida mía,
dar al alma poesía
y besos al corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Temas sugeridos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...